Rey Fahd: la copia exacta de la Alhambra en Riad de su hijo con el mármol de Camar.
25 / 07 / 2022
El príncipe Abdelaziz bin Fahd (49) es el hijo menor y favorito del fallecido Rey Fahd de Arabia saudí.
Abdelaziz era, como su padre, un enamorado de España y cuando los veranos iba a visitarle a su palacio de Mar Mar, en Marbella, solía recalar en Granada para contemplar un monumento que era su obsesión: la Alhambra. Tanto le atraía el bellísimo complejo nazarí donde residió Boabdil, el último rey moro andalusí, que en 1997 acampó con jaimas, alfombras, alimentos y un numeroso séquito en el Llano de la Perdiz, altiplano situado encima de la Alhambra, desde donde se divisan las nevadas cumbres de Sierra Nevada y el Sacromonte tiñéndose de rojo al atardecer.
Dicen que pidió alojarse en el interior de La Alhambra, pero se lo denegaron y hasta aseguran que ofreció una cuantiosa suma para comprar una parte del altiplano y construirse un palacio sobre la Alhambra, pero tampoco lo logró por ser terreno público. Desesperado por hacer su sueño realidad, tomó una decisión: construir su propia Alhambra en el desierto, un millonario capricho que el rey Fahd concedió a su hijo predilecto. El enclave elegido fue un terreno en las afueras de Riad, la capital saudí, de 10,6 hectáreas, junto al que se levantó un promontorio artificial similar al de Granada.
El suntuoso palacio se cubrió con 1,6 millones de ladrillos, 500 columnas de mármol blanco de la firma almeriense Camar, y más de 4.500 metros cuadrados de loza para suelos, cerámicas y azulejos fabricados a mano en la ollería Ruiz Muros, de Otura. Sus artesanos, cuyos antepasados se establecieron en el siglo XVI en el Albaicín, acudieron durante tres años en secreto cada noche a la Alhambra para medir cada pieza que reprodujeron. Además, Ramón Rubio, jefe de taller de restauración de Yeserías de La Alhambra, permaneció dos meses en Ryad al frente de los operarios. De las 13 fuentes, la mítica de los Leones fue la mas laboriosa de imitar, hubo que tirar el patio entero porque quedó pequeño, y la fuente, compuesta por doce leones distintos, requirió que personal de Camar se desplazara a Arabia para engarzar los materiales.
Puede leer la noticia completa en el periodico El Mundo:
Rey Fahd: la copia exacta de la Alhambra en Riad de su hijo favorito caído en desgracia | Famosos (elmundo.es)
Abdelaziz era, como su padre, un enamorado de España y cuando los veranos iba a visitarle a su palacio de Mar Mar, en Marbella, solía recalar en Granada para contemplar un monumento que era su obsesión: la Alhambra. Tanto le atraía el bellísimo complejo nazarí donde residió Boabdil, el último rey moro andalusí, que en 1997 acampó con jaimas, alfombras, alimentos y un numeroso séquito en el Llano de la Perdiz, altiplano situado encima de la Alhambra, desde donde se divisan las nevadas cumbres de Sierra Nevada y el Sacromonte tiñéndose de rojo al atardecer.
Dicen que pidió alojarse en el interior de La Alhambra, pero se lo denegaron y hasta aseguran que ofreció una cuantiosa suma para comprar una parte del altiplano y construirse un palacio sobre la Alhambra, pero tampoco lo logró por ser terreno público. Desesperado por hacer su sueño realidad, tomó una decisión: construir su propia Alhambra en el desierto, un millonario capricho que el rey Fahd concedió a su hijo predilecto. El enclave elegido fue un terreno en las afueras de Riad, la capital saudí, de 10,6 hectáreas, junto al que se levantó un promontorio artificial similar al de Granada.
El suntuoso palacio se cubrió con 1,6 millones de ladrillos, 500 columnas de mármol blanco de la firma almeriense Camar, y más de 4.500 metros cuadrados de loza para suelos, cerámicas y azulejos fabricados a mano en la ollería Ruiz Muros, de Otura. Sus artesanos, cuyos antepasados se establecieron en el siglo XVI en el Albaicín, acudieron durante tres años en secreto cada noche a la Alhambra para medir cada pieza que reprodujeron. Además, Ramón Rubio, jefe de taller de restauración de Yeserías de La Alhambra, permaneció dos meses en Ryad al frente de los operarios. De las 13 fuentes, la mítica de los Leones fue la mas laboriosa de imitar, hubo que tirar el patio entero porque quedó pequeño, y la fuente, compuesta por doce leones distintos, requirió que personal de Camar se desplazara a Arabia para engarzar los materiales.
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Rey Fahd: la copia exacta de la Alhambra en Riad de su hijo favorito caído en desgracia | Famosos (elmundo.es)